En
una de sus primeras obras, El Concepto de la
Corporación (1946), Peter
Drucker planteó la visión de la empresa como la de una
institución compuesta por individuos. Desarrolló un vocabulario
humanístico contrapuesto al management científico que le precedió, y sus
ideas fueron decisivas en la configuración de las modernas
organizaciones.
Como
pensador del mundo de la empresa, se interesó en el comportamiento de los
empleados que trabajaban con sus mentes y en su creciente influencia en el
crecimiento y evolución de las organizaciones. Estudió las
consecuencias que esta evolución - desde el trabajador manual, hasta al empleado del conocimiento - suponía para la gestión de las
organizaciones.
En El
ejecutivo eficaz (1967) escribió : “La
remuneración de los ejecutivos está vinculada a las tareas que les son
propias y principalmente para su tarea esencial: la toma de
decisiones efectivas."
Formuló
la siguiente distinción entre eficiencia y efectividad: "Eficiencia
significa hacer bien las cosas. Efectividad significa hacer las cosas
correctas."
El
mejor ejemplo para comprender esta distinción es el siguiente : se puede hacer una cosa
con una eficiencia del cien por cien , pero si es lo equivocado también será
ineficaz al cien por cien.
Considera
la eficacia como un conjunto de hábitos y definió cinco
prácticas , cinco hábitos que deben tenerse en cuenta para para actuar con
eficacia:
• Los
ejecutivos eficaces saben utilizar su tiempo.
• Los
ejecutivos eficaces dirigen sus esfuerzos hacia objetivos predeterminados.
• Los
ejecutivos eficaces se apoyan en sus fortalezas.
• Los
ejecutivos eficaces se concentran en unas pocas áreas donde puedan aportar sus
máximos resultados, por lo tanto establecen prioridades.
• Los
ejecutivos eficaces saben que deben aplicar un sistema para tomar decisiones
que sean efectivas.
Hábitos que pueden aprenderse practicando, practicando y practicando de nuevo.
Drucker
concluyó en que la efectividad podía y debía ser aprendida.
Peter Drucker Jigoro Kano
Con
la sistematización de las técnicas de judo a partir del jujutsu, y con el
objetivo del perfeccionamiento mediante la práctica, Jigoro Kano definió
un camino para que los practicantes de judo desarrollaran habilidades
físicas y mentales para ejecutar las acciones de una forma efectiva aplicando
el principio de la máxima eficiencia "Seiryoku Zenio".
Podemos
encontrar similitudes en los textos de Kano con algunos de los pensamientos de Drucker.
“Cuando
el adversario nos ataca disponemos de muy poco tiempo para pensar la mejor
solución. En este caso debemos mantener la guardia y dejar que nuestra
mente nos indique nuestras acciones de una forma natural. Sin embargo si nuestro
oponente mantiene una actiud defensiva, debemos adaptarnos e intentar una
secuencia de ataques para vencer. En este caso debemos actuar con decisión en la
aplicación de las técnicas. Deben analizarse todas las opciones disponibles
cuidadosamente , con entusiasmo , sin renunciar al esfuerzo de hallar la
solución más efectiva.”
Kano
también enseñó que los individuos debían fortalecer, con la práctica, su cuerpo y mente, desarrollar
su intelecto y desarrollar cualidades que contribuyeran al progreso de las
organizaciones y la sociedad. Drucker también consideraba las
corporaciones como una red social donde los individuos debían ser respetados y
donde pudieran desarrollar todo su potencial en beneficio del conjunto.
Las
contribuciones del fundador del judo y de Peter Drucker, el hombre
considerado como el padre del management moderno tras la Segunda Guerra
Mundial, no fueron simples ideas sinó un enorme trabajo en el campo de la
educación donde prácticamente todo es esencialmente correcto.
“ .... el principio de maxima eficiencia en el empleo del cuerpo y la mente . En éste principio se se sustenta todo el arte y la ciencia del judo.“ (Jigoro Kano)